martes, 19 de abril de 2011

Fin de semana fugaz

Antes de seguir con mi viaje a Europa (sé que todavía lo tengo pendiente!) voy a contaros que he hecho el fin de semana pasado.

El sábado a las 6 de la mañana cogí el tren para irme a Turku. Una amiga, Elvira, venía conmigo. Ella iba a Tampere y por la noche ambas nos íbamos a encontrar en Espoo. Bueno, llegué a Turku a las 13 y visité un poco la ciudad: la verdad es que no tiene nada sorprendente, es simplemente otra típica ciudad finlandesa. Tuve suerte, la verdad, porque justo ese día en Turku había mercado del pescado asique pude ver puestos y puestos de pendientes, comidas típicas finlandesas y quesos enormes... Creo que durante este año he visto los quesos más grandes que había visto en mi vida... Bueno, detalles tontos aparte: me pasé bastante tiempo en Antilla, una tienda en la que venden cosméticos, entre otras cosas, porque ya había visitado lo poco que tenía la ciudad. He de decir que viajar sin guía hace que visites cualquier ciudad(al menos las finlandesas) en tiempo record. Aaaahh, había Zara en Turku!! Aunque como últimamente en España(me refiero a cuando he estado por allí) no tenía nada interesante.

Por la noche, cuando llegué a Espoo, Elvira me estaba esperando en la estación. Ibamos a hacer coachsurfing(intentaré dedicar una entrada a este tema) y la chica que nos iba a acoger estaba en la siguiente parada asique... fuimos a mirar cuando era el siguiente tren. La estación daba bastante miedo porque había grupos de chicos borrachos: algunos pegándose entre ellos, otros mirando, otros haciendo "exhibiciones" con monopatines... bueno, al menos a mi no me daba mucha confianza el sitio! Nos pusimos a mirar unas pantallas en las que aparecían los trenes y como no entendíamos demasiado, preguntamos a una pareja que por suerte para nosotras, pasaba justamente por la estación en ese momento. Nos dijeron que estábamos mirando en las pantallas equivocadas... que esas eran las de autobuses!! jajajaja. Asique, nos pusimos a mirar las correctas y cogimos el tren. Al llegar nos estaba esperando Helena. Estaba supernerviosa y, a diferencia del resto de finlandeses, hablaba muchísimo y en un tono audible. Nos dio de cenar, de desayunar, de comer, nos pagó un autobús y además nos dejó su cama y ella durmió en el sofá!! Increíble... ha sido un primer contacto con el coachsurfing increíblemente bueno!! Aunque he de decir que no es lo normal... Helena nos contó muchos detalles de Finlandia, de la historia finlandesa y nos llevo a visitar el museo de la granja Glims y después a visitar la catedral de Espoo. Visitar lugares así, merece la pena! Fue encantadora con nosotras y, según nos ha dicho y ha publicado en la página de coachsurfing, ella también quedó encantada con nosotras ;)

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